sábado, 28 de junio de 2008

La mejor leccion

Cuando era apenas un adolescente, como a muchos se me dio por aprender a tocar la guitarra eléctrica. Eran mediados de los ’80 y mi onda por ese entonces pasaba por la campera de cuero bordada con llamas y cadenas. Pero, no era fácil conseguir profesor hasta que, por una referencia, llegué a un pibe que vivía a pocas cuadras de casa, en Turdera.
Compartíamos la pasión por el Celeste, la idolatría por el uruguayo Lacava Schell, y muy pocas cosas mas. El era un “hippon” de treinta y pico, pelo largo, barbita candado, que adoraba el rock sinfónico de los ’70 y yo con mis 15 pirulos era, por entonces, Metal Puro y todo lo demás me parecía una soberana bosta.
De mas está decir que nunca nos poníamos de acuerdo en mis lecciones. El insistía en enseñarme acordes y punteos de David Gilmour o Steve Howe, mientras yo le rogaba que me introdujera en la magia de Angus Young o Dave Murray, mis ídolos absolutos por entonces. El me decía que era necesario ampliar el espectro para aprender música de verdad. Entonces yo contraatacaba diciendo, si queres enseñarme música de los ’70 no me des esto, mostrame cosas de Jimmy Page o Ritchie Blackmore. El decía, es todo lo mismo.
Nos peleamos durante diez o doce clases hasta que le comuniqué que no iba a seguir con el. Ese día me preguntó
- Decime, cual es la música que mas odias.
No tuve que pensar demasiado la respuesta, - El Tango, es horrible todo igual, deprimente, berreta. No lo soporto.
El pibe fue a una caja llena de cassetes y saco uno. – Te lo regalo. Cuando lo miro leo que decía algo no se que de Tango y pensé que era una cargada. Me lo metí en el bolsillo y me despedí para siempre.

Unos cinco años después estaba buscando unos cassetes viejos con un amigo y me dice ¿Y esto?. Era un cassete blanco, con letras rojas, decía Tango y Astor Piazzola. Lo pusimos en el equipo, y mi visión sobre la música cambió para siempre.

De mas está decir que yo vengo del palo del rock. Muero y sigo muriendo siempre por el sentimiento de un grupo que desde el escenario me transmita el fuego de la rebelión, con guitarras al mango, sentimiento y, porque no decirlo, un poco de circo. Pero ahora, con veinte pirulos mas desde aquella anécdota, a Dios gracias escucho de todo. Jazz de los ‘50, Blues de los ’60, Rock Sinfónico de los ’70, Punk de los ’80 y hasta Grunge y Brit Pop de los ’90. También escucho a Astor Piazzola.

Es injusto encuadrarlo como tango, de hecho los tangueros rancios y excluyentes, siempre negaron relación con este genio. Nada mas justo que los mediocres que siguen cantando composiciones de los ’20 y los ’30 porque no se les cae ni una idea, se sientan distintos a Piazzola. De hecho, lo son, no le llegan ni a la suela de los zapatos.

Quienes tengan 30 pirulos o más, seguro me van a entender porque a esa edad se empieza a saber degustar distintas alternativas musicales, pero a los mas chicos, mi consejo es: bájense por mp3 o compren un CD de Astor Piazzola. No se van a arrepentir. Les dejo de regalo, una de sus obras cumbres la cual cada vez que la escucho, se me eriza la piel. Y eso que no soy tanguero: Adiós Nonino.
Gracias al profe de guitarra. Veinte años después te doy la razón, pero solo en parte, porque sigo pensando que no ha nacido todavía el tipo que toque mejor la viola que Angus Young.



1 comentario:

Anónimo dijo...

Si bien tu definición del rock como rebeldía la he escuchado muchas veces en Argentina, nunca termino de entender muy bien por que la gente se queda con el continente y no con el contenido.

Stevie Wonder tiene mil canciones hablando en contra de la estupidez de las supersticiones, contando la vida en los ghettos negros, etc.. Marvin gaye un poco de lo mismo. Leonard Cohen ha tenido una visión mas que critica e inteligente de la sociedad. Sin embargo, para los rockers tipicos, esa gente no es rebelde, simplemente porque no tienen poses de rebeldes, ni nos torturan con tres tonos que perforen nuestros oídos.

Lo mismo ocurre en politica donde un tipo como Maradona es tomado como un rebelde porque habla bien de Fidel o Chavez y se manifiesta como un defensor de los pobres y del pueblo. Eso si, eso lo hace desde su mansión de Ezeiza, con la cuenta bancaria tan llena como su panza y con la libertad de ir adonde se le da la gana, beneficios que no gozan los habitantes de Cuba.

Por el contrario, un tipo de guita que se ponga a dar microcréditos a los pobres para que estos puedan salir adelante o que de becas para que los pobres puedan estudiar, unica forma de salida REAL de la miseria, como hace por ejemplo Alfonso Prat Gay, jamás será visto como un rebelde o como alguien que esta a favor del pueblo.

Creo que hay que ser mas inteligente y objetivo: la música es solo eso, música. No hay rebeldía inherente en ella ni tiene porque haberla. Nadie es peor musico por no tatuarse al Che Guevara en el hombro.

Respecto al tango, ahora que te has abierto deberías escuchar los tangos clásicos. Los arreglos de guitarras de los tangos de Gardel o de Edmundo Rivero son espectaculares y las orquestaciones de Leopoldo Federico, D´Arienzo o Troilo tambien.

Es cierto, desde los 30/40 que no aparece nada nuevo en el tango clásico, de la misma forma en que el soul, el funk o el reggae se han ido repitiendo durante los años. Hoy en dia, Amy Winehouse suena igual a la Aretha Franklin de los 60, eso no implica que Amy sea mala, ni que Aretha fuera mala, ni que el Soul no merezca ser escuchado.

La música, en fin, es para disfrutarla como tal, si tantas pretensiones politico sociales.

Tal vez el día que llegues a entender eso, el heavy y el rock cuadrado, supuestamente rebelde, te empiecen a parecer una musica de baja calidad.

Saludos gasoleros